Javier Aguirre, el prohombre mexikano. Elegido por un supuesto dedazo presidencial y arropado en la impunidad de estar afuera de la cancha ataca a uno de nuestros rivales. Un líder que no respeta reglas ni dentro ni fuera de la cancha. Un jugador que llegó a una posición de poder y deja de respetar las reglas elementales del juego. ¿Qué importan los tabúes para los que sólo piensan en ellos? ¿Qué importan los resultados cuando la genialidad está a la vista? ¿Qué importa México cuando el MX que está naciendo me trae mejores beneficios? ¿Qué importan los mexicanos cuando en realidad soy mexikano?
Gracias por mostrarnos cómo se comporta un verdadero espíritu mexikano:
El espíritu de rico-pobre (con su "riqueza" basada en dólares güeros de especulación que huyen a la primera señal de crisis), ignorante y tramposo. Que se arropa en cualquier migaja de poder que cae en sus manos para empezar a tranzar.
Propongo que tumben al monito del distribuidor para poner ahora una estatua de Aguirre abrazado del Soldadito Shamancito, cargados por Carstens y besandole las pezuñas a Esthercita.
P.D.
¿Y qué tal pulir ese monumento con la bandera?
No hagan ruido slp1369 está soñando. O teniendo una pesadilla.
