jueves, junio 07, 2012

Juan Villoro habla sobre #YoSoy132

A ver chicos y chicas. Juan Villoro habla de la contracultura y los 132... Escuchen, mediten y actuén.
–¿Qué tan importante era para ti hablar de la juventud de los años sesenta?  
 –La contracultura creo que es muy importante porque transformó, digamos, todos los sentidos. Hay pocas rebeldías que apelan sensorialmente a transformar las maneras de percibir, de amar, de hablar, de intoxicarse, de vestirse. Y eso fue la contracultura: un cambio de costumbres que se proponía también cambiar la realidad. Hasta cierto punto este cambio de la realidad fracasó, porque era demasiado ingenuo transformar todo a través de la música y de nuevas formas de comportamiento. 
De alguna manera los años posteriores fueron una decepción para la contracultura porque la revolución sexual podríamos pensar que desembocó en el SIDA, la búsqueda de la naturaleza, las comunas y el hippismo desembocaron en el ecocidio, la apertura espiritual que traían las drogas desembocó en el narcotráfico, las rupturas radicales políticas desembocaron en la crisis de las ideologías y el entronizamiento de la sociedad de consumo, entonces parecería que todas esas búsquedas se cancelaron y que ahora estamos en una sociedad conservadora que no tiene salida. 
Sin embargo, hay cosas que quedan de la contracultura: una de ellas, lo digo en la novela, tiene que ver con la realidad virtual. Muchos de los ex hippies se fueron a trabajar a Silicon Valley, en California, y se transformaron en programadores de computación. De alguna manera la realidad virtual es el LSD electrónico. 
Toda la tecnología virtual que nos rodea es una especie de dopaje, y de adicción que tenemos y que depende de aparatos. Ya no estamos consumiendo droga, estamos existiendo de manera paralela en pantallas, tenemos un alias con el cual entramos a un sitio de internet, nos representamos a nosotros mismos como avatares, en distintos sitios de la red. De manera que esta relación espectral que tenemos con nosotros mismos tiene que ver con muchas las búsquedas de la contracultura. La empresa más importante del mundo es una empresa que vende signos, que es Apple, y tiene como lema el mismo emblema de los Beatles. Y Steve Jobs era un visionario muy vinculado a la cultura pop. 
–Hoy las nuevas generaciones, representadas por los estudiantes, parecen estar despertando, parecen ya más preocupadas por lo que sucede en su país que por estar inmersas en estas realidades virtuales. En ese sentido, ¿cuál es tu opinión acerca del movimiento #YoSoy132? 
–Me parece lo más importante que ha pasado en los últimos tiempos en México. Yo creo que es una prueba de que hay energías de cambio en esta sociedad. Creo que la clase política y los partidos políticos tradicionales están en crisis, todos ellos han fallado, no hay capacidades de liderazgo y no hay expectativas ricas en México. Uno de los grandes problemas que tenemos, después de la alternancia democrática es que el gobierno de Vicente Fox acabó con las expectativas y López Obrador no pudo mantener las que había despertado. Entonces estamos ante una crisis de ilusiones. Y los jóvenes refrendan esta posibilidad de esperanza. 
Me parece muy importante la forma que se han articulado a través de las redes sociales y nuevos medios de comunicación. Tengo miedo de que pasen muy rápido a la política tradicional. 
Yo no soy entusiasta de las marchas que están haciendo por el hecho de que son significativas pero si las comparas con la marcha de cualquier sindicato son mucho menos importantes en número. O sea, si empiezan a jugar con las reglas de la política tradicional, se empiezan a reunir en asambleas, empiezan a reunirse en plazas, empiezan a marchar en las calles, van a entrar en una dinámica que no es la de ellos. Yo creo que deben refrescar también las opiniones de comunicación y mantenerse fieles a lo que son. Entonces yo creo que deben ser un movimiento saludablemente virtual, que está bien que aterrice de pronto en algunas marchas, pero que no abusen de eso. Pero lo que quiero decir es que es significativo que los jóvenes también refresquen esta posibilidad de articularse por vías distintas, probablemente a través de conciertos de rock, a través de procesos culturales, y por supuesto de las redes sociales, como ya lo demostraron. Creo que el arranque que han hecho es extraordinario. 
–¿Crees que se pueda hablar de una primavera mexicana? 
–Bueno, digamos que en un sentido optimista sí. Lo que pasa es que hay primaveras que duran muy poco. Lo sabemos en este valle donde de pronto empieza a llover demasiado pronto. Yo espero que sea una primavera que se mantenga; tiene todas las condiciones de una primavera y ojalá se mantenga. Por eso insisto que para mantener su frescura es importante que no repitan esquemas de jerarquías o formas de proceder ya muy caducas… 
–Lo cual es difícil… 
–Es muy difícil. Ahora también a la larga van a tener que enfrentar una realidad y es que hay cuatro candidatos a la Presidencia y van a tener que decantarse por el único que representa un cambio posible, no muy fuerte, ni muy bueno… 
Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/06-06-2012/254062.
Si quieres saber qué onda con los candidatos sigue el link. Les advierto que Villoro habla de las elecciones como lo que son: un juego de suma cero.

Yo creo que la única forma de salir de ésa trampa es a través de que ustedes que no están tan "maleados" inicien un proceso cultural que cambie la sociedad mexikana por algo menos malo.

Son preguntas que están en el aire y que tarde o temprano van a tener que responder queridos chicos y chicas.