Hasta hoy el IFE no ha dicho quién ganó las elecciones. Sin embargo, ante su forma tramposa de contar los votos desde el primer minuto del proceso, es claro para las personas mas o menos críticas que ahí hay algo turbio. Las incosistencias del IFE y los candidatos hablan de una política de abusones de patio de primaria.
Gane quien gane es claro que es difícil que las cosas mejoren; los políticos desprecian al pueblo y sus decisiones. Han creado instituciones para dar credibilidad a sus propias mentiras y un estado que no escucha ni ve a su pueblo sólo puede sembrar enemistad.
El estado y los políticos hasta ahora han decidido una parte de nuestra realidad y nuestra vida. Ahora es tiempo de quitarles ese control y tomar en nuestras manos la realidad y las acciones que queremos que en ellas ocurran. Es hora de reclamar el espacio cultural que los políticos han manchado con su presencia y llenarlo con alternativas de organización e independencia.
Tal vez sea cierto lo que dijo el Sup: para que nosotros vivamos ellos tienen que morir. Su muerte material sólo generaría una represión que haría incluso más daño a los movimientos independientes. La muerte de su autoridad sobre los simbolos que dicen tener es el punto de inicio para liberarnos de ellos de una vez por todas, en nuestras vidas y nuestra realidad.
Free your mind and your ass will follow
