Tenemos nuevo presidente electo. Las autoridades decidieron ignorar las preguntas que se hacía la gente común de ambos bandos:
Si las boletas no concuerdan con las actas ¿porqué no se cuentan otra vez los votos?
Si desde un principio ganó Calderón ¿porqué sólo él y Fox estaban seguros de ello?
Si en México existe una ley ¿porqué no se hace respetar?
Las preguntas que nos hacemos los ciudadanos son tan válidas como las que se hacen los políticos. No necesitamos esgrimir un curul o un doctorado en leyes para merecer una respuesta clara y precisa de nuestras autoridades.
A pesar del desprecio que muestra el gobierno a los que no son de su bando nosotros también podemos investigar, analizar datos y llegar a conclusiones. Nos tomará más tiempo, pero descifraremos el acertijo.
Tal vez la respuesta sea que el gobierno es nuestro enemigo y tengamos que hacer algo al respecto. Ese es el peligro con el que están jugueteando los poderosos en México.
