martes, junio 09, 2009

El Chavo de la Cheyene

México, 8 jun (EFE).- Héctor López, el hombre que salvó del fuego a varios niños al tumbar un muro de una guardería en México, dijo hoy que le brotan las lágrimas al recordar la tragedia en que murieron 44 menores y una treintena resultó herida.

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Héctor López y su hijo Francisco, de 23 años, caminaban el pasado viernes por la calle cuando vieron la humareda y la desesperación de los socorristas que no podían ingresar a la guardería que estaba incendiándose por lo que decidieron utilizar su camioneta para abrir un hueco en el muro y salvar a los niños.

Este hombre humilde, dueño de un taller mecánico, contó a la emisora Radio Fórmula su hazaña y dijo que mandó a su hijo Francisco por la camioneta para romper el muro, después de que vio que los socorristas tardaban en romper la pared con picos y palas, y que no podían abrir las puertas de emergencias porque estaban clausuradas.

"Le dije a Francisco dale, dale recio, no me importa la camioneta", contó López al señalar que su hijo fue quien manejó la camioneta y abrió dos boquetes por los que entraron bomberos, policías y padres de familia.

Dijo que él también entró pero sólo avanzó unos 15 metros porque sintió que se estaba asfixiando. Por su parte, su hijo Francisco resultó con lesiones por los golpes que recibió al impactar la camioneta.

Héctor López recordó que también vio a un joven adicto a las drogas que ayudó a salvar a cuatro niños.

"Un joven drogadicto ayudó a salvar a niños y logró entrar a la guardería, entró y sacaba y sacaba (a niños) y al final estaba muy cansado, se sentó en la calle. Nadie lo tomó en cuenta, yo sí lo tomé en cuenta y lo conozco", dijo.

Según las investigaciones preliminares, el incendio que se inició en una bodega contigua a la guardería sorprendió a 141 niños que a esa hora dormían la siesta, de los cuales 44 han muerto, 22 permanecen hospitalizados en centros especializados de México y Estados Unidos, y otros 10 ya fueron dados de alta.