martes, enero 13, 2009

Les Femmes de MX

Miss Sinaloa: ¿víctima o cómplice?

MARTA LAMAS

La actitud típicamente femenina de
aceptar ser mantenida y no hacer preguntas tiene una contraparte
masculina, "protectora y sostenedora", pero que hoy puede encubrir una
realidad ilícita: "A ti qué te importa, si yo te cumplo y te mantengo
como reina". Pero además del peligro de la vinculación con el narco,
la sumisión y dependencia femeninas también generan riesgos en la
salud, y no sólo la mental. Uno, muy serio, es el contagio de
enfermedades de transmisión sexual, entre las que destaca el VIH.
Hace tiempo Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe compusieron una atinada
canción, precisamente a partir de la frase de Paulina Castañón. La
reproduzco, por lo elocuente que resulta:
Las mujeres mexicanas no tenemos por qué saber, por qué saber,
de dónde sacan el dinero nuestros
maridos,
de dónde manan los recursos que han obtenido.

Las mujeres mexicanas no tenemos por qué saber, por qué saber
con qué políticos se juntan nuestros maridos
en qué negocios se involucran con sus amigos.
Si son secretos, será por algo, si no
te enteras, ¡pues qué mejor!
si a ti te cumple puntualmente con el gasto
tú no te metas donde nadie te invitó.
Las mujeres mexicanas no tenemos por qué saber, por qué saber
a dónde salen por las noches
nuestros maridos,
con qué personas se solazan, con qué individuos.
Las mujeres mexicanas no tenemos por qué saber, por qué saber
si tienen hijos o entenados nuestros maridos
por qué no llegan los domingos ni días festivos.
Si te maltratan, será por algo,
si te someten, ¡pues qué mejor!
mientras te cumplan puntualmente con el gasto
qué caso tiene preguntarles por su amor.
Las mujeres mexicanas no tenemos por qué saber, por qué saber
si tienen otras preferencias nuestros maridos,
si son exóticos sus gustos o son
prohibidos.
Las mujeres mexicanas no tenemos por qué saber, por qué saber
si son enfermos contagiosos nuestros maridos,
si están en riesgo nuestras vidas por sus descuidos.
Si te contagian, pues ya ni modo
y si te mueres, lo quiso Dios,
mientras te cumplan puntualmente con el gasto
pá qué preguntas si se ponen
el condón.
Las mujeres mexicanas no tenemos por qué saber, por qué saber
de dónde salen con sus cosas
nuestros maridos
nosotras somos sus esposas, no sus espías
Las mujeres mexicanas no tenemos por qué saber, por qué saber
en dónde hicieron la carrera
nuestros maridos,
si son banqueros o diputados o son bandidos.
Las mujeres mexicanas no tenemos por qué saber, por qué saber.
La canción es denuncia y crítica. Ojalá y el caso de Zúñiga ponga
sobre aviso a tantas otras criaturas irresponsables que se dejan
querer y mantener, cerrando los ojos ante evidencias irrefutables de
peligro: armas, guaruras, fajos de dólares. Sobre todo porque la
actitud de la novia, esposa o acompañante que no se interroga sobre el
origen del dinero de su pareja, se repite en otras cuestiones vitales,
como aceptar ciegamente la vida sexual "fuera de casa" del adúltero,
con las nefastas consecuencias mencionadas.
La investigación sobre Laura Elena Zúñiga, ¿la juzgará víctima o
cómplice? ¿Tomará en consideración lo comunes que son su inmadurez y
dependencia típicamente femeninas o considerará que finge demencia?
Sería importante que una difusión respetuosa de su caso sirviera, no
para crucificarla aún más, sino para que otras chicas, en situaciones
similares, tomaran nota de los riesgos y altos costos asociados a esa
actitud de irresponsabilidad tradicionalmente
femenina.